El ser humano tiene una capacidad impresionante para reirse de la realidad, (cosa que me encanta) por mucho que al momento de vivirla agarre un cabreo de los mil demonios, tiempo después le hace mucha gracia, sobre todo si se encuentra con la historia contada por otros o por él mismo. Esto me pasa muy a menudo, espero que a ustedes, mis queridos lectores, les divierta tanto como a mi.
Hace poco leí un monólogo sobre la incompetencia que me hizo reír a carcajadas, ¿Por qué? Porque era basado en la realidad hasta la última letra, sobre todo la parte en que hablaba sobre la atención al público, es que era leer lo que yo misma había vivido infinidad de veces.
Después de leer este monólogo, muchos textos al respecto y escucharlo de manera oral por parte de otras víctimas, he descubierto que no importa en que parte del mundo te encuentres, la historia siempre es la misma: TODOS los encargados de la atención al público son unos incompetentes. Ya sea porque la pobre alma que te atiende es un incompetente de nacimiento o porque la empresa, para la cual trabaja, pone todo su empeño en que sus trabajadores sean incompetentes consumados. Esto tanto en persona como por vía telefónica, todos... incompetentes.
Desde el cuento del blue jean con Direct TV hasta las líneas aéreas brasileras que cambian candados al equipaje, la incompetencia es universal. Yo particularmente me he encontrado con una de las empresa líderes en incompetencia en España: Telefónica. Especialmente su rama de telefonía móvil: Movistar
Empiezo mis historias con Movistar el día que se me cayó el celular al suelo, dejó de emitir sonido alguno y tuve que mandarlo a reparar.
Voy a la tienda donde lo adquirí para averiguar donde diablos reparaban los teléfonos de dicha compañía y me dicen, muy amablemente, que hay un centro de reparaciones en Plaza España. Me dirijo a dicho centro, el cual también es tienda pero eso no viene al caso. Apenas llego pregunto donde es el área de reparación y el amabilísimo encargado me señala el sitio sin siquiera levantar la vista del monitor que tenía enfrente... cabrón... voy a dicha área y me encuentro a un gentío esperando, por lo cual en el centro usan el sistema de numeración para "supuestamente" agilizar el servicio. Voy a cojer mi número ya resoplando porque de seguro sería una larga espera para que me atendieran, lo cual se hizo realidad al ver el número que me había tocado: el 98... shit... miro a la pantalla, número atendido en este momento: 44... ¡Double shit!... me resigno a la larga espera y tomo asiento... en el piso porque no hay sillas suficientes y esperar parada a que atiendan 54 números no es opción.
Pasan dos largas horas de espera en las que ya había hablado con los típicos viejitos que te dicen -"Es que esto es el colmo", me dolía el trasero, tenía sed, hambre y cuando ya estaba por mandar todo al demonio e irme, sale mi número en la pantalla. Pego un salto y digo -"¡Yo!" como si de un bingo se tratara, miro a mi alrededor con sorna al ver a las 30 personas que aún seguían esperando y yo felicitándome por dentro JA! pobres... les esperan DOS HORAS con esas caras de ladilla a ver si los atienden, me acerco al mostrador donde está una de las encargadas hablando por teléfono muerta de risa... ¡Carajo con razón! Si los pendejos estos se ponen a hablar por teléfono en vez de trabajar que te digo dos horas pienso con amargura, luego de unos 15 minutos mirando a la piba hablando por teléfono con "Maripili" en los que mi cara ya evocaba a Linda Blair poseída por el demonio, la mujer finalmente cuelga el teléfono. Me mira con fastidio y pregunta:
-"¿En qué le puedo ayudar?"
¿Será pajua?
-"Vengo a que reparen el móvil, que no emite sonido"
-"¿Está dañado?"
Yo la miro unos instantes pensando que me estaba vacilando... pero luego de unos segundos y ver su cara de total seriedad, no podía dejarlo pasar
-"No, verá... es que ha dejado de sonar porque se siente solo y lo traje para que conozca a otros celulares... ¡Por supuesto que está dañado!"
-"No hay necesidad de alterarse señorita" me dice ofendida
-"Tengo dos horas esperando para ser atendida, llego aqui y tu hablando con tus amigas haciéndome esperar quince minutos más ¿Encima me preguntas si esta dañado? Tengo entendido que este lugar es donde se reparan los teléfonos, si lo traigo es por algo ¿No crees?"
-"Esta bien señorita pero no se altere, si tiene alguna queja allá estan las hojas de reclamación" dice señalando una esquina del sitio donde estaba un atril con una libretita y un buzón al lado
-"Vale, ya pondré la reclamación, pero quiero que me reparen el móvil, no perder mas tiempo"
Al final la mujer (con una cara de perro digna de premio) toma el celular, llena una planilla con mis datos, el problema y llama a un compañero para que lo revise. Pasan unos 30 minutos más o menos durante los cuales el otro pibe, un tipo vestido como un rockero obligado a ponerse algo "decente", examina y desarma mi pobre teléfono mientras silba alguna melodía que solo él se entera de cual es.
Al final resulta que una pieza, que es la que emite los sonidos, está dañada y mi celular debe permanecer en su poder unos días, léase: dos semanas. Yo suspiro y miro al cielo, le digo que no puedo quedarme sin móvil dos semanas y el pibe me dice que me pueden prestar un móvil mientras tanto, que se lo pida a la encargada que me atendió... coño no otra vez la idiota cara e' perro... a regañadientes me acerco de nuevo a la mujer, concertamos el préstamo del teléfono y la fecha a recoger mi aparato. Cuando me entrega el móvil prestado me di cuenta que la muy cabrona se descobró mi regaño dándome el aparato mas arcáico que consiguió en la tienda... será hijaputa... bueh que carajo me quiero ir ya... sonrisa forzada, acepto el aparato, me dan el resguardo y la mujer me dice:
-"Tiene que dejar un pago de 50 euros por el préstamo del equipo, en calidad de seguro por pérdida o daños"
Cuento hasta diez, le doy los 50 euros, me da otro resguardo
-"Que tenga buenas tardes" me dice con una sonrisa falsa, yo hago lo mismo y me fui de la tienda.
Cabe decir que el aparato prestado era una real cagada, por lo que maldije a todas las generaciones de la piba cara e' perro de la tienda. Perdí llamadas porque, irónicamente, este aparato sonaba cuando le salía de... la carcasa, se apagaba, no recibía los mensajes sino tres días después y pare de contar. O sea, los 50 euros de "seguro" para un mocho de teléfono que no servía para un carajo, era lo mismo haberme quedado sin móvil las dos semanas.
Al final de las dos semanas recupero mi adorado Nokia polifónico, ligero, chiquitico, monísimo... pero como a mi la ley de murphy parece perseguirme y querer hacer de mi vida un infierno, al cabo de 1 mes el teléfono dejó de sonar sin razón alguna. Los 50 euros del seguro los recuperé porque armé una escena en la tienda, ya que cara e' perro decía que yo había dañado la troja de aparato que me habían prestado. Estube a punto de dañarlo de verdad, y con gusto, empotrándoselo en la cabeza, pero gracias a los cielos el rockero mal vestido dio fé de que el teléfono estaba jodido cuando me lo prestaron y que la mujercita de los eggs lo agarró "sin saber" que estaba dañado.
Mi Nokia sigue jodido, me compré otro teléfono, decidí que a cara e' perro no la quería ver mas nunca y no quería otro telefono prestado de Movistar. Pero mis historias con esta gente no acaban aqui, es que debo ser masoquista de verdad, porque estas son las alturas que aun no me cambio de compañía... aunque pensándolo bien es que me da una ladilla suprema avisar a toooooda mi agenda que cambié de móvil.
Tu bi continiu...
1 comentario:
demasiado bueno lo del celular y eso para aqui tambien y peor a la pobre reina la tienen desde hace mas de dos meses con celulares prestado y no sirven y opto porque no le dieran mas sino su celular y dice que el celular que estan reparando es uno nuevo que quedara para los demas y de paso es movistar jajajaja
Publicar un comentario